Después de pasar por un proceso de coloración, es imprescindible esperar al menos dos días, incluso de tres a cuatro, para hacer un lavado con champú. Esto permite al tallo del cabello tener más tiempo para cerrarse, de manera que el color no se pierda al momento.
Elige el champú y acondicionador adecuados
Los productos creados para proteger el color, como las líneas Color Protect, Forever Blonde, Platinum Blonde o Tea Tree Special Color, garantizan su mantenimiento y prolongan la vitalidad y el brillo del matiz.
Lavar tu cabello con champú diariamente puede provocar que el color desaparezca más rápido. Si quieres tener la sensación de limpieza en tu cabello todos los días sin renunciar a la vitalidad del color, puedes optar por un champú en seco, como Dry Wash de Paul Mitchell, para garantizar así su mantenimiento.
Es importante proteger el color del daño que puedan causar las herramientas térmicas y la exposición solar, para lo cual recomendamos productos como Color Protect Locking Spray.
Cuidado extra para cabellos pelirrojos
¿Sabías que los colores rojos tienden a desaparecer más rápido? Esto se debe a que el rojo es la molécula más grande del color del cabello, lo que dificulta que la coloración penetre profundamente en él, por lo que los cabellos con este matiz necesitan siempre cuidados extra.
La coloración rubia tiende a volverse cobriza con el tiempo, algo que puede combatirse con productos de lavado y acondicionamiento con un matiz violeta que enfríen ese color más cobrizo y cálido. La línea Platinum Blonde con pigmentos violetas es ideal para cuidar los cabellos rubios, grises y blancos.
Refresca tu color entre servicio y servicio
Para sacar el máximo partido a tu color entre las visitas de servicios de coloración, te recomendamos que lo refresques con un tratamiento gloss en tu salón o un tratamiento Take Home personalizado para acondicionar ese color, ¡pídeselo a tu estilista de confianza!